viernes, 6 de enero de 2012

¿Tareas sí o no?

Hola, Lenguarados

Primero, y antes de nada: ¡Feliz noche de Reyes! A ver qué nos traen mañana... Yo, de momento, llevo todo el día con mirada angelical, no vaya a ser que en el último momento la pifie, se enfaden los Reyes Majos y me quede sin nada... ¡Jeje! Hoy, como noche de Reyes que es, pretendía irme a dormir pronto, y por eso, al final, he decidido no hacer nada de la universidad... pero no he sido capaz de desconectar... Después del ritmo que sigo, creo que hoy me acompañará un poco el insomnio...

Pero no estoy aquí para contaros mis penas (que tampoco es para tanto) sino para explicaros que el otro día vi una entrada en un blog que me llamó la atención, y me guardé el enlace para leerlo en un ratito... y ese ratito ha llegado hoy... El post gira entorno a la cuestión ¿es necesario mandar deberes para que los alumnos los realicen en casa? Esa famosa tarea que se debe realizar, y que a veces no solo lleva de cabeza a los alumnos sino también a padres o tutores... Pep Andreu lo tiene claro: no a los deberes. Parte de la definición de "deures"/"deberes" (la entrada está en catalán, pero se entiende muy bien... bueno, yo la entiendo sin problemas... jijij) que aparece en la Wikipedia, y es desde esta definición que Pep desliza sus argumentos; uno de ellos es que no está realmente demostrado que los alumnos que hacen tarea en casa, sean más brillantes, ni más inteligentes que los que no...

Admito que me pilla un tanto de sopetón esta cuestión. Sí que es cierto que no me veo de las que mandan muchos deberes (a saber el día de mañana, que de momento solo son imaginarios, ya lo sabéis...) siempre creo que debemos tener tiempo para todo, y que sobrecargar al alumnado no solo no me parece productivo sino que lo veo como un posible foco de desmotivación... Aunque tampoco estoy diciendo que mandar deberes, siempre sin abusar, de forma planificada y demás, sea sobrecargar al alumnado... simplemente, me parece que se pretende reforzar lo dado en clase... Hombre, admito que no soy capaz de tener una idea totalmente formada... supongo que mi falta de claridad en este aspecto es debido (muy probablemente) a que últimamente no veo mucho más que trabajos universitarios, y más trabajos universitarios (suerte de Barcelona, que ha hecho que vuelva a Vivir un poco...) y soy muy consciente que mi visión puede verse distorsionada por mi situación actual... No doy más de mí...

Bueno, voy a ver si me ordeno un poco, y consigo argumentar aunque sea un poquito... No creo que no se deba mandar deberes (bueno, mejor dicho tareas, porque eso de llamarlo "deberes" me da un repelús de pelotis...), pero sí que se manden con cabeza, con una programación, sin sobrecargar al alumnado, y siendo conscientes de que se envía para reforzar, ayudar al aprendizaje que previamente se ha dado en el aula, no que se convierta en un "ahí te las apañes tú solico", como a veces se ha dado el caso... Siempre desde el amor, claro... Ahora, remarco que creo que es demasiado pronto para que realmente me decante por alguna postura, me gusta antes madurar las cosas... y más cuando creo que son importantes (y esta lo es)... Bien es cierto que aún no toca posicionarme, y que tengo tiempo para madurarlo, pero oye, el blog me ha dejado con un montón de cuestiones revoloteando por mi cabecilla.. Lo que sí que estoy convencida es que cargar de tareas al alumno no es la solución...es decir, ni tanto ni tan calvo... supongo que es porque en parte, estoy un poco de acuerdo con Pep Andreu, y que a veces se recurre a ellas (a las tareas) para "tapar" esa incapacidad o falta de programación de la asignatura o de la clase... Aunque... claro, en todo momento parece que no nos salimos del concepto de "tarea tradicional", es decir: "página tal del libro de texto, ejercicios tal, Pascual y requetetal" o "ejercicios de la fotocopia"... hay otra forma de hacer y mandar tareas, ¿no? Es como el aprendizaje, que desde una visión más lúdica es más productivo y ameno (o eso creo yo... no se debe ver como algo odiable, aburrido, y monóntono...) ¿por qué no hacer lo mismo con las tareas? ¿A caso no son también "aprendizajes"? Porque se mandan con esta intención, ¿verdad? Pues eso... por qué no le damos una vuelta más a todo... A veces, es lo que creo que falta en muchas de las cosas que realizamos incluso a diario, ¿no creéis? Parece que solo existe un modo de hacer, y que todos debemos actuar y realizar las cosas igual... Yo creo que otra vuelta es posible. Ser originales, da sus frutos, de veras, y a veces es solo pensar e intentar ir un poco más allá... Al fin y al cabo, la originalidad, la creatividad es lo que nos diferencia los unos de los otros, ¿no? Bueno, es mi opinión, ojo... Pero, qué queréis que os diga, yo creo que yo tengo razón, jeje (hasta que se muestre lo contrario, claro, jejeje) Entonces, quedamos en que es posible... Bueno, o podemos quedar también en que ya me he vuelto majara del todo... que puede que pueda, oye, no voy a decir yo que no, y menos a estas alturas...

En fin, solo quería compartir este punto y trasladar esta reflexión que aún no he madurado a vosotros, lenguarados... así que no me extiendo más, no vaya a ser que por andar aquí, trasteando por el blog, la liemos parda y me quede sin regalos mañana... vamos, me da un chungo, ¡con la ilusión que me hace, por Dios! Así que nada, majetes... ¡¡nos vemos por aquí... y a otros, el lunes!!

Un besote, Lenguarados, y ¡gracias una vez más por leerme! ;)