¡Muy buenas, lenguarados!
Como ya muchos sabréis, ando un tanto (por no decir muuuuuuuy) liada, porque ya he empezado a hacer la sustitución por paternidad en un colegio de Burgos. Esto, combinado con la universidad, mi escasa experiencia y mi falta de sueño, ha creado un cóctel maravilloso que me ha producido un agotamiento considerable. Ahora, no penséis que me estoy quejando, en absoluto: es otra experiencia más que me llevo, y eso ya no me lo quita nadie.
En esta semana he tenido un poco de todo. En ocasiones me he desanimado sobremanera, pensando que no sirve de nada lo que hago, que quizás no sé transmitir bien los conocimientos, que resulto demasiado aburrida, o "excesivamente lúdica", que no sé motivar... Más de mil dudas me han saltado en algún que otro momento en estos días.
Quizás destacaría, la sensación bipolar que siento por dos clases: una de ellas me encanta, me apasiona, me divierte, me emociona, me motiva... Y no porque sean "quietos", ni mucho menos, sino, porque dan juego, SE RESPETAN (y eso es fundamental, para que también me respeten a mí, o eso creo yo) e incluso me atrevería a decir que "me aprecian" (no olvidemos que es la tercera vez que los tengo como alumnos, y ya me conocen un poco). Pero, por otro lado, tengo otra clase que me desilusiona, me satura, me desanima, me desmotiva... Es realmente frustrante notar y ver que NO SE RESPETAN ENTRE ELLOS, que no saben ni lo que es la palabra "compañerismo", "empatía"... Ellos van a pasar el rato de la mejor forma posible, y si mis compañeros que sí que quieren aprender no lo consiguen por mis payasadas sin gracia, me da igual, porque yo solo veo mi objetivo. Hubo un momento (o más), que de verdad, me dieron ganas de todo y de nada. Ver las caras de agotamiento de algunos alumnos por esa situación, el pasotismo "gracioso" de los otros y mi imposibilidad de hacer más de lo que hago... me ha hecho mella. De hecho, desde ese momento, no dejo de darle vueltas a todo, para ver en qué fallo, qué podría hacer, mejorar... De todos modos, soy consciente que no puedo permitir que todo esto me supere. Debo recordar que no soy una superwoman, capaz de conseguir algo que nadie ha conseguido en todo lo que llevamos de curso, y que son personas con mayor experiencia que yo, con unas tablas .... Además, yo solo tengo 15 días... solo eso... Pero aún y así, no puedo dejar de pensar qué podría hacer, cómo llegar a ellos, cómo darles un granito de arena positivo...
También sé que no debo dejarme arrastrar por esa "bolifobia" que tienen algunos... Ayer me sorprendí cuando un chaval de 13 años me dijo que para qué se va a portar bien en clase, que así se divierte más, y que él mientras estudie para el examen, no ve dónde tiene que estar el problema... Alucino... Declaración de ideas en toda regla, y por más que le digas, aunque le dejes cortado, no cambia de idea. Realmente creo que hay algunos que no saben divertirse, porque les ofreces algo diferente, y lo rechazan... "a saber ande está el truco"...
Sé que tengo mucho que pulirme, un gran camino por recorrer y aprender, y en ello estamos y seguimos. Mientras, iremos rellenando la mochila de pequeñas-grandes viviencias: de todo y de todos se aprende, sin duda. Me seguiré ilusionando por la docencia, por un posible cambio, aunque eso sí, sin perder la realidad de vista, no pensemos que me voy a dejar embaucar con un flower-power sin sentido... En ocasiones, por mucho que me encante emocionarme por todo en la vida (hasta por una carpeta roja) no deja de saturarme y bajarme la moral ciertas situaciones. Supongo, que todo forma parte del proceso. Nadie dijo que el mundo de la enseñanza fuera fácil...
En fin, no sé supongo que desde el agotamiento que llevo encima, no estoy tan capacitada para reflexionar en "voz alta" sobre esta semana... quizás mañana, después de una plácida (o eso espero, que el insomnio me acompaña demasiado) noche, seré capaz de realizar mejores conjeturas. Ahora, tendré que seguir trabajando duro este fin de semana, para prepararme la siguiente, y seguir vigilando on-line el trabajo de mis queridos alumnos... Ya os contaré qué tal sale "el experimento"... la semana que viene lo veremos. Mientras, trabajaremos duro para intentar que esto sea lo más positivo posible para todos... ¡Deseadme suerte, lenguarados!
Un besazo, y gracias una vez más, por seguir ahí ;)))))
La lucha diaria de cualquier maestro/a, Lourdes, no es muy diferente a lo que tú te estás encontrando estos días: brega, desmotivaciones, sensaciones contrapuestas, estilos diferentes, empatías yuxtapuestas, dudas, sinsabores y demás fauna dubitativa.
ResponderEliminarPero eso es lo que la hace grande … decía el Sr. Méndez, director del “Circo de las mariposas” (no se si has visto ese cortometraje): “Mientras más grande sea la lucha, más grande será el triunfo”.
Tampoco olvides lo que nos decía aquel humorista británico, Walter Sellar a la sazón, que afirmaba que, por cada persona que quería enseñar, había, aproximadamente, treinta personas que no querían aprender … según eso, a ti, en ese colegio a pesar de tu catastrofismo, todavía te quedan unos pocos que no quieren aprender …
Sigue intentando tu especialidad que no es otra cosa que hacer las cosas bien (estoy seguro de ello) y no elijas el camino de decirles lo que deben pensar o hacer … enséñales solo a pensar (esa sí es tu labor) … lo que ellos piensen después, entra dentro de su parcela, no de la tuya.
Y, por último, antes de desearte toda la suerte del mundo en esta última semana (según nos cuentas que te falta) y toda la energía que necesites para sacarla adelante, nunca descuides la máxima de los buenos maestros y maestras que “saben que trabajan para la eternidad porque nunca nadie puede predecir dónde acabará su influencia”.
Lo que tú hagas (y ya hayas hecho esto días de docencia) nadie sabe qué influencia tendrá en esos alumnos que, según tú, te gustan menos.
¡Mucho ánimo! … y a por ellos y por ello.
En primer lugar, quería felicitarte por el trabajo, te deseo de corazón que te vaya muy bien en esta nueva andadura.
ResponderEliminarYa sabes que la labor del docente es una de las más importantes ( y de las más difíciles), por no decir la más importante, dentro de la sociedad. De ella depende la formación integral de una persona. Y por diversos motivos, esta labor es cada vez más complicada (que te voy a decir yo que no sapas ya...)
Me alegro, por un lado, de que estés a gusto con una de tus clases, el respeto en la educación es fundamental, respeto tanto al profesor como entre ellos.
Por otra parte, es una verdadera lástima que haya alumnos, que no solo no quieran aprender, si no que encima se dediquen a molestar y a incordiar al resto de compañeros que sí quieren aprender.
Estoy completamente convencido de que vas a ser una gran profe (de hecho ya lo eres ;))y te deseo mucha suerte en esta semana que te queda por delante, espero que puedas seguir ilusionándote y motivándote con las clases.
Así que nada mucho ánimo y "es que es esa", es otra experiencia más que vas a tener y eso no te lo va a quitar nadie.
Un petó y te veo esta tarde ;)